El hambre acecha tras las inundaciones que dejaron más de 900 muertos en Indonesia
Las devastadoras inundaciones y deslizamientos de tierra dejaron más de 900 muertos en la isla indonesia de Sumatra, anunció este sábado la agencia nacional de gestión de catástrofes, y se teme que el balance empeore debido a la escasez de alimentos.
La catastrófica confluencia de dos ciclones tropicales y de la temporada monzónica causó la muerte de unas 1.790 personas en Indonesia, Sri Lanka, Malasia, Tailandia y Vietnam.
De esas víctimas, 908 fallecieron en la turística isla indonesia de Sumatra, en el oeste de Indonesia, informó la agencia de gestión de catástrofes local el sábado, y más de 400 personas siguen desaparecidas.
La cifra, sin embargo, podría aumentar debido al hambre que acecha en las aldeas y las "zonas que siguen siendo inaccesibles en las regiones remotas de Aceh", alertó Muzakir Manaf, gobernador de esa provincia "completamente destruida, de norte a sur, desde las carreteras hasta el mar".
"Muchas personas necesitan productos de primera necesidad", indicó a la prensa. "La gente no muere por las inundaciones, sino por el hambre", alertó.
Según el servicio meteorológico indonesio, las lluvias podrían volver este sábado a Aceh y Sumatra, donde el agua y el barro han sepultado las viviendas de muchos pobladores.
- "Traicionado" -
Fachrul Rozi, víctima de las inundaciones en Aceh, contó que pasó la semana pasada hacinado en una vieja tienda junto con otras personas que huyeron de la crecida de las aguas.
"Comíamos lo que encontrábamos, ayudándonos unos a otros con las escasas provisiones que cada uno había traído", declaró a la AFP. "Dormíamos apiñados unos encima de otros", dijo.
Munawar Liza Zainal, otro habitante de Aceh, dijo sentirse "traicionado" por el gobierno indonesio, que hasta ahora no declaró el estado de catástrofe nacional, a pesar de las presiones.
"Es una catástrofe extraordinaria que debe tratarse con medidas extraordinarias", insistió.
Según algunos expertos, si Yakarta se muestra reacia a declarar el estado de catástrofe nacional y solicitar ayuda internacional, esto podría deberse a que, de hacerlo, estaría reconociendo que es incapaz de hacer frente por sí sola a este suceso.
Sri Lanka, en cambio, sí solicitó ayuda internacional esta semana y confirmó un balance de 607 muertos y 214 desaparecidos en la isla, situada al sur de India.
El presidente, Anura Kumara Dissanayake, calificó la emergencia como la catástrofe natural más grave que sufrió el país.
Más de dos millones de personas, es decir casi el 10% de la población, se vieron afectadas por las inundaciones y los aludes.
Los supervivientes recibirán hasta diez millones de rupias (33.000 dólares) para adquirir un terreno en un lugar más seguro y construir una nueva casa, prometió el viernes por la noche el Ministerio de Finanzas en un comunicado.
El gobierno también ofrece indemnizar con un millón de rupias (3.300 dólares) a los familiares de personas fallecidas o a las que la tragedia haya provocado una discapacidad permanente.
El Centro de Gestión de Desastres indicó que más de 71.000 viviendas sufrieron daños.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) examina la solicitud de Sri Lanka, que atraviesa una grave crisis económica, de obtener 200 millones de dólares adicionales a los 347 millones de dólares que recibirá este mes.
(A.Moore--TAG)