El "general presidente" de Chad, Mahamat Déby, sigue la senda de su padre
Mahamat Idriss Déby Itno, la mirada esquiva, parecía tímido cuando el ejército anunció por televisión, hace un año, la muerte de su padre Idriss Déby Itno, líder absoluto del Chad durante 30 años, caído en el frente de batalla combatiendo a los rebeldes.
El joven general lucía cuatro estrellas a sus 37 años, aunque el nuevo traje parecía grande para este hombre salido de una escuela de oficiales de Chad y que nunca se había involucrado en la política.
El 20 de abril de 2021, en el mismo video, los militares leales a su padre lo proclamaron jefe de una junta de 15 generales y Presidente de la República hasta la celebración de "elecciones libres y democráticas".
Un año después, ya parece un jefe de Estado seguro, con las actitudes marciales de su predecesor, tanto en su país como al tratar con gobernantes extranjeros, porque ha sido rápidamente apoyado por una comunidad internacional que sin embargo rechaza y castiga a los militares golpistas en otras partes de África.
Chad tiene la fama de tener el mejor ejército de la región, pilar de la guerra contra los yihadistas del Sahel junto a las tropas francesas.
Así como su padre al comienzo de su gobierno, en un país constantemente enfrentado a rebeliones, Mahamat Déby nunca se quitó al inicio el traje de fajina y la boina roja de los comandos de élite de la guardia presidencial que comandó bajo Idriss Déby.
Tampoco los lentes oscuros que le dan un aire amenazante. Algunos lo describen como taciturno y reservado, otros dicen que pretende establecer una autoridad ya disputada, tanto en la calle como entre algunos de los compañeros influyentes de su padre.
- "Continuidad" -
Poco a poco ha sustituido el traje militar por el boubou (traje africano) y el tocado tradicional preferido por su padre.
Apodado "Kaka" ("abuela" en árabe del Chad) en referencia a la madre de Idriss Déby que lo crió, tiene fama de haberse distinguido en combate, especialmente en 2009 contra la rebelión en el este.
Su padre fue un antiguo rebelde que alcanzó el poder en 1990 a los 38 años y que nunca dejó de presentarse como un guerrero que conduce a sus soldados al frente.
Igualmente, Mahamat Déby rápidamente "consolidó su poder al rodearse de caciques del anterior régimen", sostuvo Thierry Vircoulon, especialista en África Central del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI).
Señaló que "hay una verdadera continuidad entre el padre y el hijo, el sistema Déby sigue vigente".
Mahamat últimamente incluso porta un bastón de mando similar al que solía llevar Idriss.
Pero más allá de la ropa y los accesorios, no hay mayores semejanzas: el padre medía 1,80 metros mientras que el hijo es de un porte más modesto.
Expertos y oficiales extranjeros ironizan sobre este joven que ya tenía cuatro estrellas al llegar al poder. La quinta se le concedió el 21 de diciembre de 2021, convirtiéndose en teniente general, el rango más alto posible.
- Mismo clan -
Para afianzar su poder, Idriss Déby se apoyaba en su etnia minoritaria zaghawas, a los que confió puestos clave en el ejército. Mahamat, que por parte de madre es de la etnia rival gorane, se apoya en el mismo clan.
"Son siempre los mismos los que están en el poder, alrededor de los zaghawas", señaló Roland Marchal del Centro de Investigación Internacional (CERI) de Sciences Po París.
Pero algunos observadores señalan diferencias en el ejercicio del poder.
Contrario a Idriss Déby, quien prohibió las manifestaciones, Mahamat Déby "permite un pequeño espacio para que las oposiciones se puedan expresar", indicó Marchal.
Invitó a la oposición política y los grupos rebeldes a un diálogo nacional inclusivo, que sin embargo ha tardado en comenzar.
"Es menos impulsivo que el padre, más tranquilo, escucha más de lo que habla", aseguró un consejero cercano en condición de anonimato.
También ha tenido que darle garantías a la comunidad internacional, a la cual prometió hace un año entregar el poder a civiles a más tardar en 18 meses, así como no presentarse a elecciones futuras.
Pero en junio de 2021 hizo una primera mella a sus promesas, al prever una prolongación de 18 meses en su transición y dejar su "destino" en manos de "Dios", en referencia a una posible candidatura presidencial.
(T.Burkhard--BBZ)